Orígenes.-
Está generalizada, la idea, de que
el inicio de la fiesta está vinculado a toritos navarros
traídos por los jesuitas, realacionando a
estos con las primeras ganaderías que pastaron en
las faldas de los montes Pasochoa y Antisana,
anteriormente pagos de la Compañía de Jesús.
Parece que no es así, según las Actas del Cabildo
de Quito y relatos de la época. Es anterior, pero no se
puede precisar las fechas en que llegó el ganado bravo
al país. Ricardo Descalzi (La Real Audiencia de Quito
Claustro en los Andes, serie primera Historia del Quito
Colonial, volumen primero Siglo XVI, R. D. del Castillo,
Quito, 1978) indica claramente que en fechas anteriores a
la llegada de los jesuitas, 1576 se corrían toros.
En su recopilación nos dice:
"En este año de 1573 vuelven a encontrarse las
actas del Cabildo, Justicia y Regimiento de
la ciudad de Quito, interrumpidas desde el año
1551, las que estaban extraviadas. Con la sesión del 26
de enero se reinicia el proceso de reseña de los
acontecimientos que se suceden en la ciudad luego de
veinte y dos años de silencio..."
"...Se convino se realizasen 'juegos de cañas' y
'fiestas de toros', las que tendrían lugar como
siempre (estamos en el período de prohibiciones
pontificias del Papa Pío V) en la plaza mayor, donde se
armarán los palcos y los tendidos. El señor alcalde se
comprometió a ordenar este pedido y asimismo insinuó
que el Alférez Real de la ciudad, dé la debida
colocación en orden de jerarquía a los señores de la
Real Audiencia".
10 de mayo de 1573, "El cabildo... ordenó pregonar
de inmediato que todos los moradores se concentraran en
la Plaza Mayor, en la mañana, tanto a caballo como a
pié, para presenciar los festejos acordados
'luminarias', 'jugar y correr toros' y caretas o
disfraces". Según relato del Oidor Pedro de
Valverde al Rey Felipe II: "El ganado de Quito se
exportaba a Cali, Popayán, Almoguer, Encarma o a Lima y
al soltarlo a su arbitrio se tornaba cimarrón,
cazándolo por medio de arcabuces y debiendo el cazador
colocarse junto a un árbol y estar listo a treparlo en
caso de ser embestido, pues ya habían ocasionando muchas
muertes".
1581 "Francisco Jiménez, ... murió
despedazado por un toro cerca a la puerta de
la Catedral. Dos más murieron en las hastas de los
toros: uno, estando 'metido en un cajón de madera y
cercado el circuito, entró al Cementerio un toro de
las fiestas y yendo al sitio donde estaba el hombre lo
sacó del cajón y lo destripó. El otro así mismo en
una corrida, arrimado a la puerta por donde salían los
toros surgió 'uno con furia hasta la equina que está en
la cuadra de San Agustín y de allí volvió a la plaza y
embistió al hombre que estaba arrimado a la
barrera, matándolo en el acto".
1592 "...el 30 de septiembre la ciudad
festejaba a su flamante patrono San Jerónimo, como si
nada agitara el ambiente. Se 'jugaron cañas' y hubo
'corridas de toros' y el pueblo se divirtió confiado en
que el asunto de las alcabalas (impuestos) tendría una
solución aceptable". Marzo de 1593,
El Gral. Pedro de Arana entra a la ciudad a sofocar
el levantamiento por la entrega de alcabalas:
"Arana profanó la santidad de aquellos días, los
más santos del año, y así que vino la Pascua insultó
el duelo de los quiteños, mandando celebrar corridas de
toros y hacer regocijos públicos".(González
Suárez, Federico: "Historia del Ecuador", CCE,
Quito, 1970) "Entró Arana con Agustín de
Ahumada más seiscientos soldados, el viernes de la
semana de Lázaro y luego comenzó sus crueldades,
ahorcando a uno o a dos en la Plaza Mayor, los dejaba
hasta la noche y traía toros ensogados sobre tarde para
que los lidiasen y venían a ser los cuerpos muertos
colgados, dominguejos o personas de poca monta donde se
entretenían los toros causando a unos lágrimas y a
otros risa".(Jiménez de la Espada, 'Relaciones
Geográficas de Indias', Tipografía de los hijos de M.
G. Hernández, Madrid, 1897) De 1534(fundación
española) a 1551 no hay relación de corridas de
toros. La primera vez que se corrieron toros debió
de ser en esos años de 1551 a 1573. Una lástima no
poder precisar la fecha y el origen de dicho ganado.
El Toro de cara al
siglo XXI.-
Ya en el siglo XX, la ahora casi extinta Casta Nacional
(denominación de los criadores de bravo), tenía en los
años setenta, treinta años de cruce con sementales
ibéricos. Santa Mónica de don Luis de Ascázubi con
sementales de María Teresa Oliveira. Don Manuel Thus,
don Santiago Gangotena, luego Huagrahuasi de los hermanos
Cobo Sevilla (antes de cambiar en el 78 con lo de
Domecq), tenían sangre Pinto Barreiro, y entiendo que
don José María Plaza en Chalupas y doña Judith de
Escala en Rumiquincha tomaron sementales de Domingo
Ortega.
Nuestros
ganaderos compraron vaquillas y sementales
españoles(Vistahermosa) hace veinte años (1978) cuando
el país se dedicó a consumir petro-dólares y
desecharon totalmente las variedades criollas
desendientes de la cruza de la casta Navara con las
ganaderías ibéricas anteriormente citadas. Seis
encastes son los que dominan el campo bravo ecuatoriano:
Baltazar Ibán, Santa Coloma, Camacho, Osborne, Domecq y
Atanasio Fernández. Este último con una vacada muy
reducida.
Entiendo
que nuestro problema primario es el mismo que el
español. ¡Están mandando los toreros! Aquí ellos
únicamente piden reses de la linea de Domecq. Cuando se
ponen corridas de los encastes de Baltazar Ibán
--especialmente--, ó Santa Coloma no quieren saber nada.
Me pregunto: ¿Cual es la proporción en España --el
mercado taurino mas grande del mundo-- de corridas de
Pabloromeros ó Miuras en relación a Domecq? ¡ Las
figuras deciden que toro matan!
La
búsqueda de toros pastueños para la muleta por parte de
los criadores, alcahuetes de los
"matadores", llega a obtener toros tardos
en exceso y casi mansos que excepcionalmente sirven,
disminuyendo así la bravura de los animales. Ingrediente
fundamental de la fiesta. Razón por la que muchos
aficionados se alejan de las plazas afectando la demanda
del espectáculo. Si el mal está en que, manda el
torero con la complicidad de los ganaderos mas
"comerciales" y la empresa, el remedio
propuesto sería hacer un cuerpo colegiado de peñas de
aficionados --una especie de defensoría del consumidor
taurino-- que se encargue de auditar el ganado
bravo y además se imponga a las empresas un sistema de
califacación y selección uniforme y proporcional en la
base primaria de la bravura de todos los toros a ser
lidiados.
Del ganadero español "Baltazar Ibán"
---procedencia Los Guatales(Juán Pedro Domecq) y
Contreras--- es el encaste que más a ligado en Ecuador,
fue traido al país por el recordado criador de ganado
bravo don Saúl Montenegro a Santa Rosa(Calacalí/Pichincha)
--administrada luego de su muerte por su
hijo-político don José Luis Bruzzone--, y con éste
origen las ganaderías de Santa Martha (Chimborazo),
Campo Bravo (Chimborazo)
, El Pinar (Chimborazo), Santo
Domingo (Bolívar), La
Vaquería (Bolívar), La
Ensenada (Pichincha), Ortuño
(Cotopaxi), La Viña
(Pichincha), Pedregal
(Pichincha), etc.
Con el mismo nombre de su encaste SANTA COLOMA
INTERNACIONAL se creó en España la sociedad del
español José Luis Buendía y Cristobal Roldán Cobo
para criar en Ecuador la vacada de don Joaquín Buendía.
Encaste puro de Santa Coloma. Otra
ganadería, Corinto y Oro (Machachi/Pichincha)
de don Mario Benalcazar tiene raices en Santa Coloma y
Baltazar Ibán.
Don Renato Ponce compra en 1978 un lote de ganado del
ganadero español José Luis Osborne para su ganadería El
Arriero (Rumiñahui/Pichincha). Este mismo
encaste tienen Atocha y Rumiquincha.
Charrón (Cañar) y Puchalitola
(Pichincha), vienen del nombre español Manuel
Camacho Naveda, con predominio en la línea de Nuñez.
Ejemplo de encaste Domecq son San Luis
(Cayambe/Pichincha) del Dr. Luis Yerovi con prosedencia
de El Torreón, y Huagrahuasi
(Píllaro/Tungurahua) --significado Quichua de 'casa
taurina' o ' terruño del toro'. Divisa de la que
salen toros de ésta ganadería de don Marcelo Cobo
Sevilla y otras como: Carlos Manuel Cobo,
Cobo-Albornoz y Triana.
Vacadas y sementales de Juan Pedro Domecq y Jandilla,
descendencia por un lado de Veragua y por otro del
orígen ganadero de Vistahermosa, en las lineas de:
Ibarra, Parladé, Tamarón y, Conde de la Corte.
El encaste Atanasio Fernández fué traido por un lado
por el general Guillermo Durán Arcentales, intentando
cruzar esta sangre con Domecq para crear el suyo propio.
Luego de su penosa muerte y la posterior de su hijo Diego
se malogró el cometido. Por otro lado la ganadería Atillo
(Tungurahua) de don Alfredo Barona tomó para sí
este encaste.
Este ha sido un breve
perfil del orígen de las ganaderías ecuatorianas.
David Alemán
Quito, XII 1999